La sonrisa que publica el reportero Luis Baylón (“La Caravana por la Dignidad le da un triunfo a Corral”- http://www.huffingtonpost.com.mx/2018/02/04) no puede ser más elocuente. Simplemente, está feliz. Y a su lado, tres o cuatro miradas socarronas más de varios y distintos liderazgos políticos.
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La cabeza de la nota permite adivinar el resto del contenido informativo: Javier Corral, el gobernador panista de Chihuahua tuvo que caminar más de cuatro mil kilómetros para vencer, en buena lid, al gobierno federal que, dicho sea de paso y perdonando el lugar común, sufre hoy una significativa derrota en atención a dos temas: la estancada campaña de José Antonio Meade, debida al terrible desprestigio del PRI, y el hecho de que, la victoria de este dirigente panista se da en medio de una contienda electoral por la presidencia de la República.
Como desde siempre lo ha reiterado el Maestro Jorge Enrique Dávila Juárez, (El Sistema Político Mexicano, 2013) es de dominio público que el modelo presidencialista mexicano opera y se mueve, dependiendo del nivel e intensidad de las presiones políticas que se le apliquen.
Solo así se explican las tundas proporcionadas a la administración federal a manos de la CNTE, de López Obrador, de la delincuencia organizada y desorganizada, o de los impulsos recibidos por las causas de Ayotzinapa, Acteal, los 22 ex gobernadores priístas con pleitos penales, o las presiones generadas desde la Coparmex para dar un giro de timón en la conducción fiscal de este país.
La contra
Evidentemente, las respuestas fuertes de regreso tampoco se han dejado esperar. Van desde los reclamos por no aplaudir, los reproches por no entender los avances alcanzados, hasta los torniquetes de José Antonio González desde la Secretaría de Hacienda, tal y como lo denunció el propio Javier Corral.
Los mensajes de la caravana
1. Existe una tozuda e insistente actitud de resistencia en las autoridades, que solo puede ser movida –en uno u otro sentido- cuando la presión genera una enorme capacidad de convocatoria y produce un efecto potenciado en los medios y las redes sociales. Es decir, los mexicanos –de todos los sectores y condición socio-cultural o económica- han aprendido ya el camino.
2. A la justicia se accede, no en cumplimiento del estado de derecho, sino en función de negociaciones, en el momento justo en que la autoridad evidencia su mayor fragilidad y posición insostenible.
3. No se aprecia una lógica de raciocinios, sino la lógica del golpeteo sordo, intenso e intermitente.
Verificando
De inicio, Javier Corral circunscribía sus demandas a dos temas: La detención de Javier Duarte, su nefasto antecesor en el gobierno de Chihuahua, y la liberación de los recursos que válidamente le corresponden a ese Estado.
Entre el tres y cuatro de febrero, la presión ya había surtido sus efectos. Por eso la convocatoria del chihuahuense para una marcha en el Ángel de la Independencia en la ciudad capital.
Los acuerdos alcanzados fueron importantes: 1.- La PGR solicitará la extradición inmediata de César Duarte y la Fiscalía del Estado, será coadyuvante en las primeras 11 órdenes de aprensión.
El ex secretario del PRI -Alejandro Gutiérrez- por quien se destapó el escándalo de los desvíos de dinero público (250 millones de pesos) a las campañas del ex partidazo, se queda en el Penal 9 de Ciudad Juárez.
Nada despreciable es el logro para que el gobierno federal le restituya al mandatario chihuahuense la friolera de 900 millones de pesos, entregables en la semana del 5 de febrero.
Algo que jamás Osorio Chong estuvo dispuesto a realizar, Alfonso Navarrete Prida, el nuevo Secretario de Gobernación, abrió los espacios necesarios para seguir dialogando y colaborando en el caso de Duarte, garantizando celeridad y certeza en la impartición de justicia, como lo señaló Navarrete Prida en sus tweets. Por supuesto, Javier Corral concluirá su marcha.
Desde luego el partido del presidente Peña no podía quedarse conforme con las banderillas en el morrillo. Ya demandó a Corral por tortura a Gutiérrez y uso de recursos públicos para la marcha.
A mis adorables lectoras y gentiles lectores, esa actitud les parece como la asumida por el equipo de fútbol soccer que es goleado 5 a 1: Cuando menos, metieron el gol “de la honrilla”.
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