Tres víctimas mortales y el agresor abatido, es el saldo de un nuevo atentado en Francia, ahora en la localidad de Trèbes. Un joven de 26 años, Redoune Lakdim, tomó rehenes en el supermercado Super U, de la localidad, en la que se confirmaron dos personas muertas, aparentemente un empleado y un cliente, además del perpetrador del ataque, que se manifestó como parte del grupo terrorista Estado Islámico, fue ultimado por fuerzas policiales de la Gendarmería, el GIGN. Se estiman unos 16 heridos a lo largo de la agresión.
Jorge López
Trébes Francia SEIE 23 marzo 2018.-
Poco antes de la toma de rehenes, Lakdim, de origen marroquí robó un automóvil, en el evento asesinó a uno de los que viajaban en él e hirió al otro, en la vecina Carcasona, y desde el vehículo, disparó un arma de fuego y lesionó a un policía que corría en grupo con otros oficiales.
Se presume la conexión de los hechos ya que el auto desde el cual se agredió a los policías, se encontró en el estacionamiento del supermercado. Como en otros actos de esta naturaleza, el atacante entró al establecimiento con el grito de “Alla Akbar” y mientras se desarrollaban los hechos solicitó la liberación de Salah Abdeslam, el único sobreviviente de los atacantes en los atentados de 2015, detenido en Francia.
Muchos de los rehenes fueron puestos a resguardo por fuerzas de seguridad y un gendarme se cambió por una dama que se encontraba privada de su libertad, siendo este el último de los rehenes mismo que resultó herido. Una de las víctimas que perdieron la vida, se presume es el carnicero del supermercado.
Para intentar que el atacante se rindiera a la policía, su madre fue llevada a las inmediaciones del supermercado junto con otros familiares y amigos. En asalto final también fueron heridos dos gendarmes más.
Lakdim, había sido apresado en 2016, por problemas de posesión de drogas, y aunque estaba fichado por posible radicalización no se consideraba que pudiera actuar de esta manera, no obstante haber tenido actividad en internet en sitios salafistas. Por su parte, Emmanuel Macron, presidente de Francia, catalogó el hecho como un evento “endógeno”, ya que hay quienes se radicalizan por sí mismos y pueden tener influencia de grupos terroristas como el Estado Islámico. Dicho grupo reivindicó el ataque, por medio de redes sociales.
Las autoridades locales no permitieron la salida de los colegios de la comunidad, hasta en tanto no fuese seguro para los alumnos. Asimismo, el vocero de la conferencia de los obispos de Francia, Olivier Ribadeau-Dumas, calificó el hecho como, “inaceptable” e “inadmisible“.
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