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Pablo el caminante terno, capítulo XXXVIII. Llegan amigos con noticias
 
Pablo daría una muestra más de su humildad cuando al inicio de la carta menciona que no es sólo suya…
Jorge Espinosa Cano
 
 
San Pablo con toda su grandeza era una persona muy sensible, así que el día que Silas y Timoteo llegaron a Corinto, al verlos en la puerta de su taller se llenó de alegría como cualquiera de nosotros cuando llega a visitarnos un amigo querido, sobre todo cuando es de sorpresa.
Seguramente después de ofrecerles algo de comer y beber y un descanso necesario les empezó a preguntar sobre cómo estaban las cosas en Tesalónica, y sus amigos le fueron contando que los tesalonicenses se estaban manteniendo firmes en la fe pese a las persecuciones, y además tenían siempre presente a Pablo, y le mantenían una gran estima pese a algunos calumniadores que lo acusaban de ser un ambicioso impostor.
Pero como en todo lo humano nada es perfecto, y ante la muerte se especulaba sobre cual sería el destino de quienes habían muerto esperando la segunda venida de Jesús sin haberla visto, algunos habían mal interpretado las palabras de Pablo, y pensaban que era cuestión de muy poco tiempo que Jesús regresara con toda su gloria y majestad. Hay que aclarar que no es que se dudara de la resurrección de Cristo y de su segunda venida, sino que reinaba una gran confusión acerca del tiempo en que habría de suceder, ya que todos estaban ansiosos de verlo aparecer como les sucedió a los apóstoles cuando vivían temerosos y habían perdido la fe.
Esto planteó la cuestión de si Pablo tendría que regresar para aclarar esta importante materia, pero entonces tuvo la maravillosa idea de escribir una carta, que después sería sin imaginarlo él siquiera, leída durante miles de años por millones de personas que se llenaría de sabiduría y amor con unas palabras que habían sido escritas para una pequeña comunidad tan lejana en el tiempo y en la distancia, así nació la primera carta a los tesalonicenses por allá en el año 51.
Se dice que en aquel entonces había nueve clases de papel, seguramente Timoteo iría de compras para seleccionar el mejor, tinta y todo lo requerido para la escritura de este tan importante documento, y Pablo estaría en oración papar pedir al Espíritu Santo su iluminación. Era común que el que daba las ideas no fuera el que las escribía, sino que las dictaba, por lo que podemos suponer que fueron Timoteo y Silas los que escribieron el documento.
También hay que considerar que por los varios temas tratados, y hasta diversos estados de ánimo que refleja la carta, que no fue dictada de corrido, sino seguramente durante varios días, ya que cada párrafo tiene un mensaje importante que debía ser muy analizado para que el mensaje fuera muy claro y comprensible para los destinatarios.
Pero Pablo daría una muestra más de su humildad cuando al inicio de la carta menciona que no es sólo suya. ya que inicia de la siguiente manera: “Pablo, Silvano y Timoteo, a la Iglesia de los tesalonicenses, congregada en Dios Padre y en Cristo Jesús el Señor”.
Este es el documento más antiguo del Nuevo Testamento, y presentará muchos temas interesantes sobre doctrina, así como sobre la conducta que debería seguir la comunidad.
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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