Cuando has recibido una segunda oportunidad de vida, la actitud es fundamental.
Por eso hacer algo diferente con lo que se sabe, aportar un granito de arena hace la diferencia entre cada uno de nosotros...
Por Mayela Pulido
No es por saber si te observan o quedas bien con alguien más, tampoco es por la necesidad de ser trasplantado, simplemente es por amor a la humanidad!
Fue una mañana fría, llevaba a mis hijos al laboratorio con incertidumbre y salí con el corazón destrozado y mi mente llena de dudas...
La vida nos da experiencias amargas, pero: quienes somos nosotros para dejar de sonreír?
Lo que te mata en este mundo es la actitud con la que enfrentas tus mismos problemas.
Cuando te dan un diagnóstico de cualquier enfermedad, tu mundo va para abajo, les confieso que hace 28 años estaba muerta de miedo, pensé que todo terminaba, pero ese diagnóstico que fue tan fuerte y determinante me hizo pensar muchas cosas, hubo muchos miedos, sentimientos encontrados, dolor, tristeza etc... pero fue una gran luz de alerta de vida, cambio todo el entorno familiar y marco mi vida, y me quedo tan claro que solo estamos de paso, pero: no me iba a pasar la vida quejándome y auto compadeciéndome a las injusticias que mis hijos han vivido, sino voy a vivir tratando de dejar lo mejor de mi para que los que están junto a mi o a mi alrededor me recuerden con amor y ayudando a todos los que me necesitan.
En esta situación solo tenía 2 opciones: me dejaba caer, o me levantaba con todas mis fuerzas.
Quiero agradecer a mi familia, a mis amigos que han estado apoyándome como han podido en estos años que no han sido fáciles, pues no siempre he tenido la fuerza física ni mental para seguir adelante y levantarme cuando he sentido que no puedo más!
La enfermedad de ellos han marcado mi vida y mi alma, si una parte de mi se quebranta la otra seguirá intacta, pero completa o a pedazos, seguiré luchando ya no solo por ellos, por muchos que están pasando lo mismo.
Ayudar a los demás es algo que me hace sentir útil, viva, realizada, no se ni quiero saber si esto es una misión o si ha sido para crecer como mujer, como ser humano y tener los pies siempre puestos en la tierra y a conocer el dolor a piel abierta para entender a los demás, tener empatía y ser más fuerte por lo que vivimos y ser un ejemplo de fortaleza ante la sociedad.
Ser donante de órganos te hacer ser valiente, pero sobretodo un ejemplo de caridad, amor y bondad por los demás...
Y para tu familia un orgullo de amor al prójimo!
Solo tienes que hablarlo y expresar tu voluntad de ser donante de órganos!
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