Imagen política: Errores y aciertos de los candidatos
¿Los candidatos lucieron seguros durante el Debate Presidencial? ¿Proyectaron la imagen que pretendían sus asesores para ganar el voto ciudadano? Pilar Rebollo, consultora de imagen física y política, y fundadora de Macadamia, nos presenta un análisis detallado al respecto:
Redacción Yo influyo
Andrés Manuel López Obrador
EUM SEIE 23 abril 2018.-Vestimenta: No se arriesga y viste como el clásico político: traje obscuro y corbata roja (código de autoridad tradicional). El cabello, sin novedad, es decir, algo desaliñado.
Lenguaje no verbal: Cuando tuvo la palabra, a pesar de tener más experiencia que los demás candidatos en este tipo de eventos, habló a los moderadores, o mantuvo la vista baja, sin tomar en cuenta que debe hablar a los millones de televidente. Debió dirigir sus mensajes a la cámara y desaprovechó esa oportunidad. Cuando levantaba el rostro, lo hacía con soberbia, como retando. Al levantar la barbilla demuestra soberbia y autoritarismo.
Mientras no tiene la palabra no hace empatía con la audiencia, no sonríe.
Pareció “distraído” buscando gráficos o algo más debajo de su atril. Más bien estuvo evasivo, bajando la mirada contuvo su carácter y algún posible desplante. Fue mejor no responder cuestionamientos a explotar y perder la cordura.
La cereza del pastel fue retirarse con prisa, antes que todos, sin despedirse, ya no de los contrincantes, ni siquiera de los moderadores.
Ricardo Anaya Cortés
Vestimenta: Ya sea por representar a una coalición, por ganar fuerza o por continuar con su aspiración de ser “nuestro Macron”, Ricardo se presenta todo de azul obscuro. Sin algún color característico de su partido, ya que debe conciliar con otros dos movimientos. De cualquier manera, proyecta la fortaleza que, en ocasiones, le falta por vestir de colores pasteles.
Aunque no deja de lucir como un político formal y tradicional, en momentos parecía que le quedada un poco grande el saco.
Lenguaje no verbal: Lució contundente, seguro y preparado. Todos notamos su sonrisa, que no era de nervios sino de ironía hacia López Obrador y que reafirmaba su preparación, como a quien le preguntan lo que sí estudió para el examen.
De momento pareció que abusó de los gráficos, pero le sirvieron para reforzar sus mensajes o redondearlos.
Margarita Zavala Gómez
Vestimenta: Notablemente más cuidada, aunque aún con áreas de oportunidad. Obscureció el tono de su cabello, lo cual le favorece. Accesorios menos distractores, pero elegantes. Errores: el tamaño de los tacones que no la dejaron llegar al Palacio de Minería, literal, con paso firme. Está bien usar zapatillas pero unas que pueda dominar. Otro error fue el maquillaje, el debate sí fue de noche, pero no era una fiesta, debía lucir un poco más natural.
Lenguaje no verbal: Se vio mucho más segura que nunca, pero luego abusó. Elevó mucho la voz y lo que parecía un buen manejo de manos, se convirtió en regaños o manoteos.
Lució sonriente y preparada, pero la traicionó su rapidez al hablar, lo cual se traduce en que se atropella y tartamudea, lo que nos hace perder el hilo de lo que dice.
Jaime Rodríguez Calderón
Vestimenta: Formal tradicional, igual que los demás. El color de su corbata fue similar a las que ha utilizado en otras ocasione. Esto le ayuda a suavizar la imagen ruda o tosca que tenemos de él.
Lenguaje no verbal: Como es su costumbre, yendo contra las reglas acordadas, llegó antes de lo programado, aunque así evitó la lluvia.
Para sorpresa de todos, lució tranquilo y con dominio de sí mismo. No estaba nervioso, pues no era el blanco de los ataques. Aprovechó el espacio para posicionarse.
Hizo uso del discurso emotivo, con el tema de su hijo y la bala. Iba todo bien hasta que sacó la propuesta de cortarle las manos a los ladrones. Con eso regresó a del el mismo “Bronco” de siempre.
José Antonio Meade Kuribreña
Vestimenta: De la precampaña al día del debate, Meade bajó de peso, lució pulcro y preparado. Lástima que se vio impregnado de la esencia del partido al que se supone debe rescatar. Traje obscuro y corbata… ¿color vino? hubiera intercambiado con López Obrador, que portaba una roja. O, si era roja, los asesores debieron prever que en pantalla parecía de otro color.
Lenguaje no verbal: No es una persona histriónica ni con un tono de voz alto. Pudo ensayar un poco más la contundencia de sus mensajes.
Se vio preparado, como el personaje que es, mas no pudo esquivar las acusaciones que su partido conlleva y las administraciones en las que él estuvo involucrado, lo cual incrementó sus nervios y disminuyó su espontaneidad y la fuerza de sus intervenciones.
En algunas ocasiones, abusó del discurso preparado y sus mensajes parecieron más grabaciones de spots, lo que no genera empatía con la audiencia y así, perdió su oportunidad de lucir como podía. Se lo comió la imagen institucional tradicional.
Pilar Rebollo
Consultora de Imagen Física y Política
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@macadamiaimagen
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